Agile, más allá que una metodología
Aunque la metodología Agile se conoce principalmente por su aplicación en el desarrollo software, cada vez cuenta con más seguidores en distintos sectores. Existe una vertiente muy importante centrada en el área de negocio. Los consultores Agile no deben centrarse únicamente en el desarrollo de software o en definir requisitos para los equipos de desarrollo. El consultor Agile tiene que ser capaz de definir mejoras para el proceso de negocio. Esto significa que tienen que: hace falta ayudar a los responsables de la toma de decisiones a recopilar información, contribuir en el quality assurance, probar soluciones y productos en diseños para interfases de usuario, e incluso intervenir como productos owner.
Consultores
Por otro lado los consultores Agile deben aportar valor añadido a la compañía resolviendo problemas de negocio y pensando en qué debe hacer la empresa para resolverlos. Además de determinar qué debe hacer el equipo de soluciones. De esta forma, su trabajo y aportación es mucho más completo, mejorando la coordinación y la resolución de problemas.
Los trabajos de un equipo Agile requieren que los consultores elaboren trabajos más rápidamente mediante el análisis a través de la observación o el ensayo y error. En lugar de intentar averiguar todo antes de que comience el desarrollo. De esta forma de ahora un valioso tiempo que puede ser muy útil para corregir errores y problemas que vayan surgiendo a lo largo del desarrollo del proyecto.
Entender Agile como consultor de negocio
Según SAFE, la agilidad de negocios Agile: “es la habilidad de competir y crecer en la era digital, respondiendo rápidamente a los cambios del mercado y las oportunidades emergentes con soluciones de negocios innovadoras. La agilidad de negocios requiere que todos los involucrados en la creación de soluciones (líderes tecnológicos y de negocios, desarrolladores, operaciones TI, los equipos de legal, marketing, finanzas, soporte, seguridad y otros) utilicen prácticas ágiles y Lean para desarrollar de manera continua productos y servicios innovadores y de alta calidad más rápido que los competidores.”
Podemos encontrar muchas definiciones sobre la agilidad de negocios pero la idea principal es que, a través de la consultoría, ayudar a la empresa a adquirir las herramientas y los proceso necesarios que le permitirán crecer, llegar a responder más rápido a sus clientes y diferenciarse de sus competidores en un mundo altamente cambiante. Para esto el consultor debe tener muchos años de experiencia. Habiendo trabajado en proyectos donde ha puesto en práctica diferentes marcos, encuadres y metodologías ágiles. Es decir, el consultor ha vivido tanto que puede ahorrarle a la empresa el fastidio de intentarlo todo. Proponiendo finalmente una solución que se adapte de la mejor manera posible a la realidad de su organización. El consultor no viene a imponer, ni tiene una receta secreta.
Los consultores deben tener en cuenta siempre las características y habilidades que acabamos de describir, para aprovechar al máximo esta metodología. El buen uso de Agile puede ayudar mucho a los equipos y proyectos, sobre todo por la mejora que supone en agilidad, flexibilidad y eficiencia.